No recordaba su nombre, su rostro,
mucho menos su voz. Solo guardaba una grata
sensación de confianza hacia su persona, a pesar de que, en la
mayor parte del rato, era mi pareja de aquellos tiempos quien hablaba con él.
En esa primera vez que volvimos a
hablar, ya comencé a desempolvar el pasado, recordando al menos, uno de los motivos por los que él me transmitía tranquilidad y seguridad; la suavidad, profundidad y entonación de su voz.
Mariposa Morpho Azul en el Parque de las Ciencias - Granada / By Isabel Orilla 2010
Las mariposas en el alma han surgido con el transcurrir de las semanas. Mi memoria no alcanza en descubrir en cuál de las ocasiones sucedió; sí perderme en su mirada y percibir un universo que nunca antes había escuchado.
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