De pequeña me preguntaba constantemente por qué Dios me escogió a mi para concederme los dones que tengo. Ojalá se los
hubiera otorgado a otra persona que los necesitara más que yo, pero en el sorteo salió mi nombre... En la actualidad me pregunto por
qué los conservo, por qué no me los arrebata. No les saco provecho alguno, más bien me
estorban. Imagino que debe ser una recompensa
por descuidarme cuando más lo necesité; típico en Dios, igual que equivocarse
para luego culpar a Adán y Eva de sus pecados y consecuencias.
Retablo en Iglesia Parroquial de Sant Pere, Petra.
Mallorca 2019 by Isabel Orilla
Suena
el teléfono y no es Mary aunque en el móvil salga su nombre, se que es su nena
Sofi para preguntarme cuando voy a ir.
Lo que me encantan los niños pequeños, y sin embargo, el nulo sentimiento por ser
madre que he tenido; a Dios se le debió olvidar implantarme el reloj biológico, o si fue con motivación, ni el mismo recuerda.
San Jorge en entrada principal Iglesia San Francisco.
Palma de Mallorca 2018 by Isabel Orilla
Sofi me ha narrado varias de las actividades de hoy en el cole, y cuando nos veamos, me va a dar un dibujo que acaba de terminar para mi. Hemos hablado casi media hora, y en momentos tan tiernos, es cuando vislumbro algo de esperanza en la humanidad.