Los comienzos suelen ser difíciles, más aún cuando
se tiene la certeza de no ser muy competente en la materia. Pero hoy, no es que
me sienta más fuerte o sincera que ayer, lo que me ocurre es que estoy harta de
las circunstancias, y de mi misma, también. Nunca estoy preparada para dar el
salto, y cuando lo doy, es porque he cerrado los primero los ojos o me han
tirado a la piscina sin avisar... Y así día tras día, por H o por B,
mis deseos más profundos continúan en las profundidades donde
nacieron. Eso si, apenas me han molestado, supongo que silenciados
por la ética y las obligaciones.
Por alguna extraña razón, o por
cumplir años, finalizó el mes de julio con demasiados reproches. Ha
sido muy duro darme cuenta de lo equivocada que he permanecido, pero por
fortuna, además de una docena de defectos, grandes virtudes también me
acompañan, por ejemplo, levantarme optimista tras una derrota.
Y aquí estoy, sentada frente al
monitor y poniendo fin a unos de mis peores enemigos con la
“Acción”. ¿Qué importa si todavía no puedo expresarme con la
claridad que quisiera? De momento estoy con estas líneas y dispuesta
a subirlas al blog, aunque existan sintagmas confusos o mal conjugados, aunque
falte alguna tilde o no se comprenda lo que quiero expresar...
No escribo para nadie, ni tan siquiera para mi.